martes, 10 de abril de 2012

Unai Emery: La Injusticia

A menudo se comenta que el fútbol es injusto, que se castiga a los buenos y se ensalza a los malos. En este blog nunca os hemos engañado y no hemos dado jamás opiniones sesgadas, y así va a seguir. El fútbol es, efectivamente, injusto. Sin embargo, si hay algo más injusto que el propio deporte rey en sí, son los aficionados, y particularmente, los del Valencia.

En estos últimos tiempos la afición del Valencia se ha mostrado como una de las más críticas con sus jugadores y con su propio entrenador. ¿Son estas críticas fundadas? De ninguna manera. ¿Es Unai un caso aislado en el tercer equipo histórico de nuestra liga? Qué mas quisieramos... Y no será el último.

El Valencia en los últimos años se ha asentado en la tercera posición de la Liga, el primero en la Liga que no disputan los pudientes ladrones de la Capital y la Ciudad Condal. Además, siempre ha disputado las fases finales de los máximos torneos europeos, ya sea Champions League o Europa League. Este año si bien es cierto que en el momento en el que se escriben estas líneas el Valencia ha cedido la tercera plaza en favor del Málaga, el equipo del preparador vasco está en puestos de Champions, ha caído en semifinales de la Copa del Rey y está en semifinales de la Liga Europa donde se enfrentará al Atlético de Madrid. Por tanto, a primera vista, no parece que esta sea una temporada nefasta para el conjunto ché. ¿Pero qué es entonces lo que se le reprocha al Valencia y a su entrenador?

Dos son las principales quejas que sufre Emery y un pero a su personalidad. La primera de las quejas es que no acaba de resolver la exagerada fragilidad defensiva de su equipo y la otra es que su juego es extremadamente conservador en los partidos importantes. Ninguna de las dos es rebatible. Las dos son probablemente ciertas. Sin embargo, si miramos cómo evoluciona la plantilla del Valencia cada verano, nos daremos cuenta de que los pilares del equipo cambian. Hace dos temporadas fueron vendidos Villa y Silva. La temporada pasada Joaquín, Marchena y Mata. Este verano suenan para irse Jordi Alba y Rami. También venden a jóvenes promesas como Isco. ¿A qué se debe esta desbandada de los mejores jugadores? Muy sencillo: a la nefasta, paupérrima y bochornosa gestión de Soler, que se llenó los bolsillos gracias a un pelotazo inmobiliario (efectivamente, Florentino Pérez no es el único) y que provoca que el actual presidente, Manuel Llorente se vea en la obligación de hacer caja para paliar la tremenda deuda que tiene el club. Podemos dar gracias de que la Federación y la Comisión de la Liga sean órganos corruptos, vagos y trapicheros y no controlen como debieran a los equipos de nuestra liga (de nuevo, alguien desea seguro la vuelta de "La Ley de Vagos Y Maleantes" para estos estafadores) ya que en otro país el Valencia habría dejado de existir. Gracias al buen hacer en los despachos y del propio Emery, el equipo ha conseguido mantener el nivel con un plantilla a priori más floja. Si hay algo que pueda achacársele a Unai es que la defensa no mejora por más que se traen buenos defensas (y con ello no hablamos todavía del verde Víctor Ruiz). Sin embargo, ahí están, con chances de llevarse un trofeo continental. En cuanto a su personalidad, el "pero" es que no es suficientemente carismático ni con los medios ni con la afición, por lo que no recibe todo el apoyo que merece.

Tan mal no se deben de estar haciendo las cosas cuando cada temporada, los chés se quedan en niveles de puntuación similares a los que le hicieron ganar la Liga en la temporada 2003-2004. Pero como decíamos, Unai no ha sido el primero, ni será el último, de una larga lista de entrenadores menospreciados y vilipendiados por una afición con complejo de equipo grande desde aquellas triunfantes tardes de Mendieta, el "Piojo" López en primera instancia, y de Albelda, Baraja y Pablo Aimar en segunda. Benitez se fue por la puerta de atrás, y con Quique Sánchez Flores pasó tres cuartas partes de lo mismo de lo que está pasando con el actual preparador. A la afición valencianista hay que recordarle que el Valencia es un equipo con un presupuesto muy limitado, y que se ve obligado a vender a sus grandes figuras para alejarse un poco del concurso de acreedores. Un tercer puesto en Liga y unas semis en Europa League son el resumen de una muy buena temporada pese a quien le pese. Si los rumores son ciertos y Emery se va a final de temporada, el Valencia y el valencianismo le echarán de menos.

Emery dando su bendición con motivo de la Semana Santa.
De Lazarillo, para yosiquelatocoymevoy.

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