martes, 7 de febrero de 2012

Crónica Liverpool 0 - Tottenham 0, por Lazarillo

Empate a nada en un partido que sobre el papel es de Champions pero que sobre el terreno de juego se parece más a un playoff de ascenso de 2ªB. El Liverpool, que hizo muy poco, fue superior al conjunto londinense y mereció algo más.



Ante las incesantes peticiones de comentar partidos de la mejor liga del mundo, hemos decidido que, hasta que nos veamos capacitados para comentar la liga griega, váis a conformaros con la Premier League.
Ayer se disputó un partido de dos conjuntos históricos, entendiendo esto como que cualquier tiempo pasado fue mejor. El Liverpool, que hasta hace poco peleaba por la Champions, no es más que una sombra de lo que en su día fue. Con jugadores que apuntaban a lo más alto (pero que como Ícaro se acercaron demasiado al sol, se quemaron y se metieron la torta padre) y gente que ya no está para jubilarse, si no que tiene pie y medio en el otro mundo, decidieron jugar su partido. Espoleados por una afición que es un regalo (probablemente la mejor de Europa) comenzaron agobiando a un Tottenham al que le sobra tanta calidad como le falta ambición y valentía.
Los equipos empezaron como suelen empezar los partidos de la liga inglesa: intensidad, presión y ataques directos. Todo lo contrario que la aburrida liga española. El Liverpool aportaba las ocasiones ante un Tottenham que tenía que conformarse con no pasar del medio del campo. Hablando de medios del campo, parémonos a mirar con lupa los centrocampistas de cada equipo. Por parte del conjunto red, el gran capitán, Gerrard. Nada que decir de este jugador que ha marcado una época en el equipo de la ciudad de los Beatles. Junto a él trabajan en la sala de máquinas un tal Spearing y un tal Adams. Su belleza bárroca y díficil hace juego con su escasa calidad y su limitado aporte al equipo (válido para los dos). Por las bandas el diablillo Bellamy y Dirk Kuyt. Al primero se le puede exigir algo más que correr hacia delante y pasarla atrás, y al segundo se le empiezan a notar mucho los años. Su voluptuoso escroto comienza a pesar demasiado para sus fatigadas piernas. Por parte de los londinenses, nos encontramos a Parker y Livermore como medios de contención y a Modric, Kranjcar y Bale como ofensivos. A los primeros les sobra músculo y les falta calidad y cabeza. A los otros les sobra calidad y les falta hombría. Todo un cuadro. Con este panorama el Liverpool se decidió a atacar. Ahogó a los de blanco aunque atacaban más con empuje y ganas que por tener las ideas claras. Los de blanco, que sólo inquietaron la portería de un somnoliento Reina en una contra que intentó finalizar el eléctrico Bale, se acomodaban atrás, se defendían sin demasiados problemas, aunque no bajaban la intensidad. No en vano en la portería se encontraba el único dinosaurio vivo del planeta (con la Duquesa de Alba): Friedel, este portero que parece más una caricatura entre Shrek y un troglodita. Los minutos se sucedieron de la misma forma. Puede que en algún momento se me entornasen los ojos, pero vieron lo que tenían que ver. Vieron que el dirigente del Newcastle todavía está descorchando champagne y bañándose en la piscina del Tío Gilito por haber vendido a Carroll por 40 kilos. Este delantero que podría protagonizar una película del estilo de Rocknrolla, es capaz de hacer controles de espaldas a la portería y descargar a banda de forma magistral, como de, al más puro estilo De Pedro, sacar un balón del estadio a tres metros de la portería. Como diría un inglés: awesome.
Finalmente me despertó el pitido final del árbitro. Reparto de puntos que no le vale a nadie pero que a la vista de lo ofrecido por cada equipo, un punto parece demasiado premio.

Desde el Garaje de los Beatles en Liverpool, para yosiquelatocoymevoy, Lazarillo.

1 comentario:

  1. hahahaha...buen resumen de lo que es el partido... y pobre friedel... que la verdad esque ya no esta para mucho! XD... Carrol es un insulto al futbol!

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