VUELTA A LA FACULTAD por IceMan

Anoche se conoció el primer finalista de la Copa del Rey, ni más ni menos que el Athletic de Bilbao (más previsible que las portadas de Marca si cabe). La noticia estuvo en el campo pero no se trataba ni  del abultado resultado de 6 a 2 y la inestimable ayuda de Nauzet que más que un portero parecía un mimo de la Plaza Mayor madrileña, ni de las decisiones del colegiado por raro que parezca. Tampoco asistimos al gol del año, ni del siglo. Ni siquiera Bielsa nos deleitó con una de sus famosas locuras.  A priori el partido se celebró sin incidentes reseñables, fue una fiesta digna de una semifinal de Copa jugada en “La Catedral”. Sin embargo, lo mejor estaba por llegar….

Undiano Mallenco pitó el final, San Mamés enloqueció y empezó a corear el nombre de su equipo con las banderas por todo lo alto. Más tarde corearon el de los rivales (gran detalle). Los jugadores del Athletic se abrazaban mientras que los del Mirandés se marchaban sabiendo que habían hecho historia y con la satisfacción de haber jugado en el Madrigal, Cornellá – El Prat y San Mamés, todo un lujo, pero no por ello se iban contentos, ni mucho menos. De repente, Juanma Castaño aparece en escena para entrevistar al capitán y absoluto protagonista del Mirandés, Pablo Infante. ¿Primera pregunta? Cualquiera podría pensar que sería del tipo: ‘Bueno, no ha podido ser pero lo habéis intentado, ¿qué se siente jugando aquí?’ Pero no. Juanma había estado pensando toda la tarde en algo mejor y se lanzó con: “¡Vaya fiesta! ¿no? Merece la pena también vivir esto…” ¡¡Pero que fácil es hablar desde la ignorancia!! Cualquier deportista que se precie no se conforma con un gran papel y un gran escenario, sino con la victoria y eso lo saben hasta los chinos, pero no los periodistas, que siempre buscan el momento más oportuno para meter el dedo en la llaga. En ese momento llegó el primer gran palo de la noche (al final los de las porterías quedaron en secundarios). Infante con  la mirada perdida y rostro serio responde: “Bueno, fiesta para ellos que han ganao”. El gran Juanma, que padece la conocida enfermedad de sabelotodismo, no se quedó satisfecho con la respuesta obtenida y volvió a la carga: “¿Lo que os ha pasado os ha cambiado un poco la vida no?” A lo que el capitán del Mirandés abriendo los ojos y encogiéndose de hombros (se comenta por la redacción que se abrieron menos cuentas de ahorro en su sucursal  el último mes que sus ojos en ese instante) reponde -  “No, cambiar la vida no. La experiencia si que ha sido muy bonita (…) y es lo que se nos queda”-.

No hace falta decir que Juanma Castaño se convirtió en cuestión de minutos en uno de los temas más hablados en Twitter (en el que podéis seguirnos a través de yosiquelatocoymevoy). Y es que es de broma el periodismo deportivo de este país, donde los mayores colaboradores de las grandes cadenas y periódicos son simples hooligans a los que se les ha regalado el título de Periodismo, incapaces de ser objetivos y de tener una palabra amable hacia el equipo rival. Más interesados en la pregunta polémica que en la interesante, en la pregunta improvisada que en la profesional. Sólo necesito nombrar a David Sánchez (Barça), Roncero (Madrid), Manolete (Atleti) o Hermel (Benzema)  para que sepáis de lo que hablo. Cada vez con más frecuencia vemos noticias chorra en el Marca y el As que no interesan a nadie, o portadas dedicadas a los resfriados de Mou y las nuevas gominas de Cristiano o Ramos, por no hablar de los posibles fichajes del Madrid… que a rumor por portada sales a 365 fichajes al año y así cualquiera puede poner ‘Como ya avanzamos hace 10 meses….’.     Por eso, en Yo Si Que La Toco Y Me Voy queremos hacer un periodismo justo con todos los equipos, sin casarnos con nadie y atizándolos a todos. Siempre comprometidos con la veracidad y el respeto a quienes lo merecen. Pero a Juanma (y sus colegas) le mandaba de vuelta a la facultad.

 Para yosiquelatocoymevoy, desde la redacción central, Valdemingómez, Madrid.

Pablo Infante con cara de poker durante la entrevista con el Nobel del Periodismo.