Vuelta de un grande a la Liga: Clemente.

Efectivamente mis aférrimos lectores, vuelve un grande. No nos referimos a la vuelta a Primera del Eibar ni de la vuelta a los terrenos de juego de Prosinecki. La llegada de Clemente a los banquillos es la mejor noticia que hemos podido recibir en años.
¿Qué se puede decir de este entrenador que no se haya dicho ya? Muy poco. Pasó con más pena que gloria por diversos equipos por todas partes del mundo, y fue más él que nunca (fracasos deportivos, juego insufrible y salida por la puerta de atrás teniendo mal rollo con los mejores jugadores) con la Selección de Camerún. Ahora, por fin, vuelve a la liga Española y no a cualquier equipo. Vuelve a otro histórico. A otro equipo que históricamente no ha merecido nunca estar en primera pero que por diversas circunstancias (probablemente por lo grande que era Preciado) se ha venido salvando. Por fin, ahora con Clemente, que piensa que sus equipos han sido siempre mejores que los actuales (le aconsejamos que deje de mezclar su medicación con el alcohol porque algún día tendrá un disgusto), pondrá en su sitio a este equipo. Esto es en segunda, sin opciones de subir y probablemente arruinado (como el "vecinito" Oviedo). ¿Qué novedades podemos esperar de un entrenador como este? Básicamente tres cosas. La primera y más importante, declaraciones jugosas cada dos por tres que a los periodistas como nosotros nos den juego en el postpartido. Con declaraciones tan surrealistas como "Mi selección española era mejor que la actual" (lo cual le deja en bastante mal lugar si tenemos en cuenta que el era el entrenador en el Mundial 98). Un jugoso festín de frases variadas que sin duda serán del agrado de los más exquisitos paladares. En segundo lugar, un juego tan aburrido que podría dormir al niño de 11 años hiperactivo que vive en la casa de al lado y que se pega cabezazos contra las paredes por puro aburrimiento. Es decir, todavía más chicha. Y por último, una salida del equipo cuando las cosas vayan muy mal (es decir, peor que ahora incluso) tan rápida y desesperada como su entrada. Y nos referimos a la desesperación por parte del entrenador (que ya veía que su incompetencia le retiraba del fútbol) y del equipo (que ha cogido al único entrenador que estaba más desesperado por entrenar que ellos por contratar a alguien).
En cualquier caso, estamos convencidos de que éste gran fichaje de esta Liga BSCH (o cómo se diga) va a ser una fuente interesante de risotadas y carcajadas, simpre, por supuesto, a costa del Sporting.


Para yosiquelatocoymevoy, desde el jardín del manicomio del que se ha escapado Clemente, Lazarillo.