jueves, 29 de marzo de 2012

Crónica MIL - FCB

¡Qué gran espectáculo! ¡Enorme partido! El Barcelona no fue rival para un Milan excelente tácticamente y brillante en las tareas defensivas, bien secundado en jugadas puntuales por el trío arbitral. El Barcelona se ahogó y no encontró soluciones a la barrera milanista.

Señoras y señores, después de fases de grupos patéticas, cruces de liga menor y alguna que otra clasificación anodina, nos encontramos por fin con un partido digno de lo que en su día fue una gran competición. Milan y Barcelona ofrecieron a la vista un partido épico, con mucha intensidad, un partido hecho, como diría un amigo mío, "para hombres y no para golosinas". Ahí el Barça se encontró fuera de su territorio natural y los rossoneri como pez en el agua. Alguna ocasión aislada de Ibrahimovic, Tello o Messi, correctamente desbaratadas por los dos porteros, fueron lo único destacable del partido.

El partido ofreció el guión que se esperaba: el Barcelona amasando el balón y dedicándole más cuidados que a un bonsai, y el Milan bien replegado atrás, paciente, contundente cuando alguien se aproximaba a las inmediaciones del área y buscando en ataque a Ibrahimovic. Ese jugador al que el Barça no supo aprovechar y que resulta ser uno de los mejores delanteros del continente y uno de los más completos, si no el que más. Recursos y fuerza no le faltan al delantero sueco y se lo mostró a cualquiera que pugnase con él por un balón aéreo. Incluso le ganó la partida en más de una ocasión al Tiburón Puyol, que más parecía un pececillo de agua dulce. Busquets que todo lo bueno que es recuperando balones lo es perdiéndolos, ofreció en bandeja una ocasión de oro a Robinho. Este, como todo jugador venido a menos que se precie, desperdició la ocasión de poner a su equipo con ventaja. El Barça tocaba cómodo, la mayor parte del tiempo en campo rival, pero con poca mordiente. Si intentaban montar algún contragolpe, ahí estaban Ambrosini (que parece que ha rejuvenecido 10 años), Seedorf (que será eternamente joven y potente) o Nocerino (este sí que es joven) para hacer la falta táctica de rigor y permitir a su equipo recolocarse. El partido no cogió nunca el ritmo deseado por el Barça pero tuvo siempre el deseado por el Milan, que en cuanto tenían ocasión, plantaban a ocho jugadores en la frontal del área e impedían que los blaugrana, empecinados, penetrasen por ahí. El resultado al descanso fue, como al final del partido, de 0-0.

La segunda parte siguió el mismo guión. Los cambios de Allegri, que dió un auténtico baño táctico al "bueno" del Pep, refrescaron al equipo y aumentaron la línea de presión. Los culés seguían empeñados en penetrar por el medio de una muy bien colocada defensa milanista y Guardiola sorprendió con un cambio: Tello por Iniesta. El extremo ofreció desborde y velocidad, y por su banda surgieron algunas de las mejores jugadas de los catalanes en la segunda parte. Un tiro al lateral de la red fue injustamente reprochado por un desquiciado y egoísta Messi (y no Cristiano aunque os extrañe) que en los últimos tiempos se viene mostrando como es: una estrella a la que se le sube a la cabeza todo. No hubo mucho más en el partido. Final. Guardiola, el que nunca se queja de los árbitros, dió la mano al linier (como quien da un beso de Judas) y se fue protestando airadamente las decisiones arbitrales.

Como detalles del partido habría que mencionar dos cosas: el estado del césped, idóneo para que pasten las vacas pero no para jugar al fútbol; y el árbitro, nefasto todo el partido. La UEFA debería comenzar a tener dos dedos de frente y dejar de llamar a árbitros de cuarta fila para arbitrar partidos importantes. Esto sin duda será objeto de un nada piadoso artículo, en la que como casi siempre, Platini tendrá un papel central y seguro saldrá bien escaldado.

Messi, Bonera y Mesbah perdieron al Twister
De Lazarillo, desde la sede central de yosiquelatocoymevoy, Valdemingomez, Madrid.

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