TRUCOS Y TRIQUIÑUELAS. Por Gruñón.

Además de criticar, sabemos solucionar.


No solo está el tema de los piscinazos como aspecto vergonzante en el fútbol moderno, además existen otras malas artes. Hablaremos en el siguiente artículo de una tan conocida como las pérdidas de tiempo. Lo que algunos periodistas simpaticones consideran para sus jugadores o equipos como una muestra de astucia, pillería o incluso de experiencia desde yosiquelatocoymevoy no compartimos la defensa de ese tipo de actos que malogran al deporte rey. Les enseñaremos algunos ejemplos.

Extendido está el recurso de robarle minutos al reloj cuando el resultado es favorable, un acto de cobardía digno de equipos tan pequeños como el cerebro de Banega.

Muchas veces las órdenes vienen de los entrenadores, los delegados de campo o incluso los presidentes de los clubes. Algunos títulos como “el misterioso caso de las desapariciones de recogepelotas” ó “el secuestro de los recogepelotas” parecen de artículos de sucesos y no propios del fútbol pero el caso es que se dan con bastante habitualidad en los estadios españoles. Atentos al siguiente minireportaje que realizó Canal+ en el Sanchéz Pizjuán y que conlleva toda una ingeniería organizacional:

No solo sucede en este estadio pero es un ejemplo claro de cómo funciona el tema. Si eres un chaval inocente al que le gusta ir al campo a ayudar como voluntario a su equipo ten en cuenta que te obligarán a hacer trampas como estas para poder seguir yendo. En otros casos lo que se hará será lanzar balones al campo a pares para detener el juego en los minutos finales como ocurrió en el siguiente vídeo:

Otro ejemplo:

Por supuesto la Federación a otra cosa, mariposa.

Los interminables saques de puerta de la mayoría de porteros que no reciben castigo hasta que los partidos están a punto de finalizar o las conversaciones en los saques de banda: - ¿Saco yo o sacas tú? + Espera que saco yo. – Déjate de líos, ya saco yo. + Qué no, que saque el lateral que ya está llegando. – Pues ni para ti ni para mi, saca el portero.

Los jugadores son conocedores de que las excesivas pérdidas de tiempo acarrean sanciones y muchos usan el infame recurso para forzar sanciones por acumulación de amarillas. Todos recordamos este partido:

En este caso, Platini (gran admirador de los equipos españoles, peor persona) tomó medidas aunque dejando ver su doble rasero, ya que otros equipos tras hacer lo mismo se fueron de rositas. Está claro que no hace tanto ruido sancionar a un club pequeño y modesto (o en declive como cualquier inglés) que uno de los dos mejores del mundo. Ambos españoles ¿Y Platini? Francés. Como los guiñoles... No hay más preguntas Señoría. No hace falta decir que estamos a favor de las sanciones, pero para todos por igual.

Sin embargo, en España demostramos por qué somos un país de risa y situaciones como ésta son permitidas a 2 jornadas del 'Clásico'. A la Federación Española queremos dedicarle aquella fasmosa canción  que decía "Nooo te quieres enteraaar!! Ye-ye!":

Fingir lesiones (los gemelos se le comienzan a subir hasta al utillero), un ejército de fisios, voluntarios de la cruz roja y diversa variedad de asistencias entran cada dos por tres al campo, los porteros sufren desmayos, pandemias en los jugadores entre los minutos 80 y 90, etc. son estrategias comunes.

El desplazamiento de balones, que normalmente sí suele ir seguido por una sanción, o coger el balón y llevárselo como si hubiera metido un hat-trick. En el siguiente vídeo vemos un pequeño ejemplo en el que el infractor se llevó algo más que una amarilla:

Y es que para que no digan que solo criticamos y no hacemos nada para mejorar le proponemos a los árbitros el siguiente método infalible y que tantos éxitos ha conseguido en numerosas ocasiones, el clásico truco del patio del colegio de canturrear: “pérdida de tiempo antirreglamentaria 1…2…3”.

Undiano Mallenco ya aplica nuestra técnica.

Desde la redacción central de yosiquelatocoymevoy, Valdemingomez, Madrid, por Gruñón.