Y Simeone hizo la Luz!!

Durante toda la eliminatoria contra la Lazio se ha visto la mejor versión del Atlético. Sólido en defensa, peligroso y amenazante en ataque. Los jugadores corren más, sonríen más y parece que juegan mejor que en la anterior etapa con el insulso y mediocre Gregorio "Goyo" Manzano. ¿Es todo este éxito adjudicable a Simeone?


¿Cómo es posible que Perea parezca un jugador seguro con el balón e infalible al corte cuando antes era el terror de su propio equipo? ¿Cómo es que Assunçao recupera y pasa con solvencia, cuando antes sus compañeros no le daban el balón aunque fuese la única solución? ¿Cómo es que Juanfran suena para la selección, cuando hasta hace poco estaba relegado a las profundidades del banquillo y la gente se cruzaba de acera cuando le veía por la calle por miedo a que tuviese la peste? ¿Acaso Salvio se ha convertido en un puñal por la banda cuando hasta hace poco parecía un puñal de los de risa, de los que se meten hacia dentro cuando simulas un apuñalamiento?
La gran mayoría de vosotros, almas cándidas ignorantes, enseguida relacionaréis la respuesta a esta pregunta con Simeone. Pero como siempre, os equivocáis. La respuesta es sencilla. Es la Lazio. La Lazio, con su nivel de equipo de Calcio Z es capaz de convertir en el mejor jugador del mundo a cualquiera que sepa darle una patada al balón (ellos no saben). Es un equipo realmente calamitoso. Su defensa es de risa, su medio del campo incompetente y su delantera para echarse a llorar. Su portero es lo único que no produce arcadas y es un viejo conocido por la afición española: Bizarri. ¿Recuerdan a este portero? Fue portero titular del Madrid hace 12 años. ¡Casi nada! Tiene más años que Matuzalem, que por cierto también juega en la Lazio. Si este equipo carece de calidad, mejor no hablemos de ambición. Sus esperanzas de conseguir algo positivo se esfumaron cuando cayó Mussolini, al que por cierto idolatran.
Vayamos al partido. Aburrido. Muy aburrido. El Atleti quiso dormirlo y los romanos se sentían cómodos en tan soporífero escenario. Los colchoneros fueron los únicos que buscaron la portería rival y a veces por Bizarri y otras por el palo, no consiguieron encontrar la red rival, o al menos no por dentro de la portería. Salvio desbordaba y llegaba con extrema facilidad, es decir, era otro. Gabi desaparecido, era él. Assunçao, un baluarte en el medio de la cancha, es decir, el de otra Era. Y Koke intentándolo una y otra vez con mayor fortuna en algunas ocasiones que en otras. Por la Lazio había jugadores porque se jugó el partido, pero eran el portero y 10 Albeldas: paquetones sin movilidad.
Hay que destacar a dos jugadores por encima del resto. El primero es Godín. Pésimo defensa que ayer no sólo no falló, sino que además metió un buen gol de cabeza. El segundo es Adrián. Extraordinario jugador. Menos el gol, lo tiene absolutamente todo (toque, visión de juego, movilidad, calidad, se desmarca fenomenal, está siempre donde su equipo le necesita y encima creatividad). No somos pocos los que nos preguntamos qué hacen jugadores como Negredo en la Selección y que suene el nombre de Torres (increíble, ¿verdad?). Que no sea el delantero titular, con lo bien que se adaptaría al estilo de juego, nos hace clamar: ¡¡VILLAR DIMISIÓN!!
Por cierto Falcao hizo una labor paupérrima. Ni corrió (ni quiso), ni se esforzó (ni lo pretendió). ¿Es el único que está exento en el sistema de Simeone?


De Lazarillo, desde la redacción de yosiquelatocoymevoy, Valdemingomez, Madrid